Foto: Otto Ramos/ Mídia NINJA

Por Andressa Santa Cruz.

El primer contacto no-indígena de los Wajãpi fué en los inicios de los años 70 con buscadores de oro que estaban rastreando el río Amapari. Hoy en día son casi 50 años de lucha contra la invasión minera de esos mismos nativos de los cuales uno de los testimonios era Emyra Wajãpi, más viejo que la explotación minera en la región. El día 22 de julio de 2019, Emyra fué asesinado a la edad de 69 años en la misma semana que un grupo de hombres armados habían invadido la aldea Yvytotõ, amenanzando y expulsando a los habitantes. A pesar del historial de ataques, de los relatos de los líderes y del asesinato del anciano, la investigación de la Policía Federal no indica invasión de la Tierra Indígena Wajãpi. El consejo de Aldeas Wajãpi(APINA) afirma en una nota de prensa que a pesar del empeño en llevar a los agentes de la policia federal hasta los lugares con pruebas, éstos se negaron a avanzar. El Apina solicitó el apoyo del Ministerio Público de Federal.

“Sí hubo invasión. Es esto lo que vamos a desmentir al gobierno, que le faltó al respeto y sigue discriminando a los pueblos indígenas, incluso a los indígenas Wajãpi” afirma en una entrevista con Mídia Ninja el concejal Jawaruwa Wajãpi (REDE), el primero de su pueblo que ocupa un cargo político. Los Wajãpi también fueron los primeros en autodemarcar su territorio y también en publicar un Protocolo de Consentimiento y Consulta, convirtiéndose en un ejemplo de lucha política para todos los pueblos indígenas de América Latina. “La invasión sucede desde 1500, el homicidio indígena no es ninguna novedad. Hasta hoy continúan explotando la región norte de la Amazonía y nosotros vamos a seguir luchando”

Fotos: Otto Ramos/ Mídia NINJA

Jawaruwa tenía 30 años cuando fue elegido concejal por el municipio amapaense de Pedra Branca do Amaparí, localizado dentro de T. I Wajãpi. Entró en política a los 17 años, fué presidente del APINA (Consejo de Aldeas Wajãpi) y es hoy un líder jóven de su pueblo. Cuando le preguntan por qué quiso hacerse político, responde que hizo la candidatura “para entender mejor si es que el gobierno estaba sordo o si es que no quiere escuchar a los pueblos indígenas”.

Además de la mobilización institucional, también las nuevas tecnologías ayudaron a los Wajãpi a defenderse frente a la violencia de la explotación minera, el teléfono movil que Jawaruwa usó para denunciar al mundo las recientes invasiones y el asesinato a cuchilladas del cacique Emyra Wajãpi. Actuando por las redes sociales hizo eco de portales como Mídia Índia, creado en 2017 para unificar las noticias de las aldeas de todo Brasil, que sigue peleando hasta ahora por tener visibilidad en los medios de comunicación. Sin embargo, el acceso es aún limitado. En T.I Wajãpi no hay señal de teléfono movil y sólo hay internet en un punto de la región de 607 mil hectáreas.

El antropólogo Bruno Walter Caporrino también fué testimonio de algunas invasiones durante el periodo en que fué asesor del Programa Wajãpi (2009-16). “Los órganos de seguridad y los órganos públicos responsables de mantener el programa constitucional funcionando fueron insistentemente activados por los Wajãpi. Hay datos, informaciones e invasiones documentadas. Parece no ser suficiente, todavía siguen desacreditando la palabra de los Wajãpi y la gravedad de los hechos”. Para Caporrino, “olvida bombardeos y trincheras, en el mundo de la post-verdad la guerra es por el control de la narrativa”. De ahí la importancia de que los indígenas sean relatores de su propia historia, hoy más que nunca.

Foto: Otto Ramos/ Mídia NINJA

“Hace cinco siglos que los pueblos indígenas están sufriendo, siendo perseguidos por el gobierno brasileño”, avisa Jawauwa. A pesar del historial de invasiones, el senador Randolfe Rodrigues (REDE-AP) afrimó que los Wajãpi fueron víctimas de la primera invasión violenta en 30 años de demarcación indígena en el estado de Amapá.

Para seguir informado, no deje de revisar las notas publicadas por el APINA (Consejo de Aldeas Wajãpi) sobre las recientes invasiones en Territorio Indígena Wajãpi.