Mañana a la mañana la selección Argentina de fútbol femenino va a pisar suelo sudaca, seguramente con restos del partido con Escocia en el cuerpo y un Mundial que deja un lindo sabor de boca.

Además de sabor, la gira futbolística por Francia deja una larga lista de recuerdos, emociones y, vamos a decirlo, tarea. Sin prisa pero sin pausa, el mundial de las pibas trae preguntas acerca del fútbol femenino en Argentina ¿Alcanza con la profesionalización? ¿Cuáles van a ser los semilleros? ¿Quiénes van a estar? ¿Quiénes se van a quedar afuera? ¿Se trata de aspirar a un modelo de fútbol como el masculino? ¿La AFA va a invertir en salarios básicos? ¿Cuáles son las prácticas feministas que se están teniendo hacia dentro del fútbol femenino? ¿Se puede hablar de fútbol feminista? Este es solo un puñado de preguntas que se apretan fuerte con la mano cerrada para que no se nos escapen, así tan fuerte como ayer se festejaron los tres goles de la remontada contra Escocia.

Hace un año cuando Argentina jugó la copa América y regresó al país después de haber hecho una excelente presentación, fue recibida por un cálido grupo de futbolistas y periodistas feministas con carteles que decían “construyamos fútbol feminista”. Mañana repiten la escena de regreso al país después de lo que ya sabemos que pasó en Francia. Seguramente tendrán una hermosa bienvenida. Ojalá este Mundial sea una bienvenida hacia un fútbol que pueda celebrar goles y lindas jugadas con los puños bien apretados y llenos de preguntas.