Dilma en Porto Alegre: “¿Como un país rico como Brasil no consigue comprar la vacuna para la fiebre amarilla?”
Dilma Rousseff habló a miles de manifestantes la mañana del martes, vísperas del juicio de Lula en TRF-4, en Porto Alegre.
En un acto cargado de simbolismos, la Plaza de la Matríz, palco de momentos históricos de la democracia brasileña, la ex- presidenta Dilma Rousseff habló a miles de manifestantes la mañana del martes, vísperas del juicio de Lula en TRF-4, en Porto Alegre. el evento, que debía estar limitado al auditorio Dante Barone, tomo la plaza y acabó atrayendo un público aún mayor, gracias a un apagón en la casa legislativa que generó sospechas de boicot.
“Por primera vez en 50 años, la Asamblea no tenía energía eléctrica para celebrar un acto democrático”, ataco Dilma.
La ex-presidenta desmenuzo las etapas del golpe parlamentario y mediático, iniciado con su deposición. “Es un proceso que comienza con una acusación sin crimen de responsabilidad, hecho por un grupo de usurpadores, que se unen para tirar derechos y garantías soberanas del pueblo brasileño”.
la secuencia, clasificada como un “segundo acto del golpe” la tentativa de encuadrar a Brasil económica, social y geopoliticamente, cortando politicas sociales, implantando reformas que jamás pasarían por el tamiz de las urnas y preparar al país para una rapiña por parte del capital financiero internacional. Dila fue enfática en criticar a PEC que congela el presupuesto de la Unión, que desecha las universidades e impide que este país tan rico y tan fuerte pueda comprar vacunas contra la fiebre amarilla”.
Para finalizar, denunció la persecución política y judicial a Lula como acto final del golpe iniciado en 2015. “Políticamente el golpe fracaso. Ellos no tienen candidatos y los inventos, como el prefecto de San Pablo, se han transformado en su real proporción, es decir, desde el punto de vista nacional, nada”. También criticó la tentativa de la Red Globo de emplazar a presentadores como presidenciales, llamando la propuesta de “política social de auditorio, que se hace para beneficiar a 20, 30 o 40 personas”.
en defensa de Lula, Dilma resaltó su compromiso con el pueblo brasileño. “El sabe que este país herido, aplastado, necesita reencontrarse. Con el apoyo de ustedes va a tener condiciones de lavar y enjuagar el alma de Brasil”, concluyó.