Mundial femenino: vamos a hinchar por las latinas y caribeñas!
Veja as seleções que representam a América Latina e Caribe nesta Copa do Mundo de Futebol Feminino.
Con información de Nodal y EFE
Según el conteo de asistencia de clubes, el duelo oficial de fútbol femenino con más asistencia de aficionados en la historia era el Manchester City vs Birmingham City de la FA Cup, al cual acudieron 35 mil 271 personas en mayo de 2017. Era. Ese récord mundial se lo arrebató la final de la Liga MX Femenil, un juego entre los clubes mexicanos Tigres y Monterrey al cual asistieron 38 mil 230 fans.
Además de ese juego, celebrado el pasado abril, otros seis partidos de fútbol entre mujeres latinoamericanas se encuentran dentro del top 10 con mayor asistencia. Cuatro mexicanos, uno brasileño, y uno colombiano. La revolución de las mujeres pisa cada vez con más relevancia en el fútbol. El Mundial en Francia, con la cancha rebalsada de gente da cuenta de eso.
Ni Ronaldo, ni Messi. La gente va a ver a las pibas jugar. Actualmente tenemos 3 países latinos disputando la copa: Brasil, Argentina y Chile. ¿Por qué es importante apoyar a las selecciones de nuestra región? Acá algunos datos para poner en perspectiva los desafíos de nuestras jugadoras:
Argentina
Este será el año de la profesionalización del fútbol para las argentinas. Casi noventa años después de que esa profesionalización llegará al fútbol de los hombres. Esto fue un logro del movimiento feminista dentro del fútbol, de una campaña que tuvo que superar obstáculos como el quite de banderas de las canchas, y también de una mujer que puso su nombre y su cuerpo en favor de la causa, Macarena Sánchez.
Pasar del fútbol amateur a la profesionalización es cosa seria: mayor inversión, mejores salarios, uniformes y cuidados físicos. Para tener una idea de las difíciles condiciones del futbol femenino, a las mujeres de la Selección Argentina se les paga 25 dólares por partido. Por ello, la lucha de las futbolistas en Argentina es lograr que este deporte deje de ser amateur. La jugada más importante hasta ahora fue colectiva.
Brasil
En el país de las de las 5 copas del mundo, el fútbol mueve 282 millones de dólares cada año. De este monto, el porcentaje que perciben las jugadoras es apenas una pequeña fracción. El salario más alto en la liga femenina es de 1,400 USD mensuales, en el club Santos de São Paulo. En la liga masculina, el jugador mejor pagado, Thiago Neves del Cruzeiro, tiene un salario mensual de 270,000 USD. La diferencia con respecto al mejor salario de la liga femenina es de 191 a 1.
Con esto se evidencia que, a pesar del creciente interés del público por el fútbol femenino, y la enorme popularidad de figuras como Marta Vieira Da Silva, considerada una de las mejores jugadoras del mundo, la diferencia de ingresos entre hombres y mujeres sigue siendo abismal. En efecto, Neymar, uno de los mayores jugadores del país y envuelto en un escándalo de violanción, gana R$ 29 millones por año. Marta continúa en la lucha por encontrar un más sponsors y apoyos financieros.
En Brasil, desde 1993 se llevan a cabo de forma ininterrumpida campeonatos de primera división de fútbol femenino. En su edición de 2017, el campeonato femenil batió récords de asistencia en estadios. Las participaciones de la selección nacional femenina en los pasados Juegos Olímpicos tuvieron más audiencia televisiva que la final del campeonato del fútbol masculino de primera división. Pero la liga femenina no se encuentra totalmente profesionalizada. Quedan muchas barreras por derribar aún.
Chile
La selección femenina de Chile disputará en Francia el primer Mundial de su historia, el colofón a un año de pequeñas batallas ganadas para tratar de imponerse en la gran guerra final: sacar el fútbol femenino del ostracismo y el subdesarrollo. El fútbol femenino chileno está alzando el vuelo. Es un proceso lento y aún es pronto para pronosticar el alcance de los logros, pero es indudable que soplan vientos de cambio desde la Copa América que se disputó en Chile el año pasado.
Además, se incorporó el fútbol femenino como deporte obligatorio en las ligas escolares, una medida que permitirá incrementar considerablemente la cifra de niñas que juegan a fútbol desde pequeñas. El camino recién comienza.
Jamaica
Jamaica es la primera nación caribeña en participar en un Mundial femenino. Sin inversión o apoyos fue haciendo paso a paso su camino hasta llegar a Francia. Su madrina? Una mujer que, como su papá, lleva el amor por el fútbol en la sangre: Cedella Marley, hija del ídolo musical jamaiquino. Todo empezó en 2014 cuando en la mochila de su hijo encontró un flyer donde en la escuela pedían ayuda para revivir la selección femenina de fútbol. Allí se contactó con las chicas y empezaron a trabajar para juntar fondos, apoyos, etc. En ese momento, las jugadoras no tenían presupuesto para viáticos y entrenaban, cuando podían, durante la noche, para no perder sus trabajos. Las “Reggae Girlz” de la selección, , resistieron.
Cuando la federación retiró por segunda ocasión los recursos económicos al equipo femenino en 2016, Cedella (sin doblegarse) duplicó sus esfuerzos, impulsando un cambio cultural completo dentro del fútbol femenil en Jamaica. Primero, convenció a Alessandra Lo Savio, cofundadora de la Fundación Alacran, dedicada a hacer trabajo filantrópico con las artes en Jamaica y otros países a prestar su apoyo como colaboradora importante de la causa. Luego designó a Hue Menzies, quien renunció a una carrera en las finanzas corporativas para convertirse en entrenador de fútbol a tiempo completo, como DT del equipo en su nueva versión. Y allí comenzó el ascenso hasta el Mundial de Francia.
La Federación (que se encuentra en posición única para apoyar a las Reggae Girlz) ha disuelto el equipo en dos ocasiones. Y a pesar del impulso generado tras la clasificación al torneo más importante de esta disciplina deportiva, la federación no ha hecho garantía alguna con respecto a la viabilidad futura del programa femenil.
Pero “Las chicas han tomado la decisión de jugar”, afirma Cedella, “y debemos proporcionarles igualdad de condiciones para que puedan salir a patear el balón”. “Como decía mi papá, el fútbol es libertad”.