Hacia la electrificación, Brasil se prepara para la descarbonización del transporte público
El plan estratégico para la electrificación gradual de los vehículos impulsa la reducción de emisiones en el país
Yasmin Henrique, de la Cobertura Colaborativa NINJA en la COP30
Um dos temas centrais da COP30, que também debate ações de mitigação de danos e adaptação urbana para redução de emissões, a descarbonização de veículos de transporte é um assunto em evidência.
Uno de los temas centrales de la COP30, que también debate acciones de mitigación de daños y adaptación urbana para la reducción de emisiones, es la descarbonización de los vehículos, un asunto de gran actualidad.
El Plano Decenal de Energia (PDE 2032), por ejemplo, prevee que la electrificación de la flota brasileña debe ocurrir de forma gradual a lo largo de la década, con foco en vehículos comerciales, camiones ligeros y ómnibus urbanos. El avance es impulsado principalmente por metas corporativas de sustentabilidad y por restricciones de emisiones en áreas urbanas.
El transporte de cargas de corta distancia, especialmente la distribución de encargos hechos por internet debe beneficiarse de forma significativa. El PDE estima que en 2032 cerca del 20% de los nuevos vehículos eléctricos y el 15% de los híbridos semi-ligeros y ligeros se destinarán al transporte de cargas. Empresas de gran porte ya adoptaron medidas de descarbonización, como la JBS, que lanzó la No Carbon, empresa de alquileres de camiones eléctricos.A pesar del crecimiento de la flota eléctrica, vehículos híbridos y de gas natural deberían registrar una expansión incluso mayor. Según el plan, el Diesel continuará predominando, representando el 95% de las ventas hasta 2032. Programas como Rota 2030 y Combustível do Futuro mantienen el énfasis en la eficiencia energética y en biocombustibles de baja intensidad de carbono, como el etanol y el biometano.
Transportes públicos electrificados
Entre los vehículos urbanos, los ómnibus eléctricos se posicionan como una solución estratégica. Según la Associação Europeia de Fabricantes de Automóveis (ACEA), (Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles), el registro de ómnibus sin emisiones creció un 45% en la primera mitad del 2024.
Entre las ventajas están: la reducción de CO₂, menor costo operacional – ya que la electricidad es más barata que los combustibles fósiles – y ausencia de ruido. Fabricantes activos en Brasil como Volvo, Mercedes, Solaris e Irizar, están incluyendo proyectos para trayectos de larga distancia.
Un estudio realizado por el ITDP, Scipopilis y el Ministerio de las Ciudades (estudo realizado pelo ITDP, Scipopulis e Ministério das Cidades) analizó 46.236 ómnibus urbanos, estando 37.395 en operación e identifico el potencial para substituir a más de 14.146 ómnibus de Diesel por eléctricos, priorizando vehículos con más de cinco años y tecnologías obsoletas (Euro III y V). Los sistemas con mayor potencial incluyen San Paulo, Rio de Janeiro , Goiânia y Belo Horizonte.
La substitución podría reducir 437,7 k de CO₂eq por año – equivalente a 24,6% de las emisiones anuales de los sistemas analizados – y generar un ahorro anual estimado entre R$54,4 62,1 millones, considerando apenas el Costo Social del Carbono. La iniciativa beneficiaría al 41% de la población brasileña y mejoraría el 50% de la flota urbana de las 21 regiones metropolitanas más grandes.Los sistemas metro-ferroviarios ya operan esencialmente con electricidad. Leonardo Mandelli Valentini (Motiva), en declaración al Brasil Energía (.Leonardo Mandelli Valentini (Motiva), em declaração ao Brasil Energia), explica que el 80% de la energía es consumida por el movimiento de los trenes, y el 20% por la infraestructura de las estaciones, pudiendo ser mayor en estaciones subterráneas. Las mejoras incluyen la optimización de la salida de trenes y la maximización de la energía regenerada durante el frenado, aumentando así la eficiencia.
Autos, motos y bicicletas
El Gurgel Itaipú E150, lanzado en 1974, fue el primer automóvil eléctrico de América Latina, creado durante una crisis de petróleo y del programa Proálcool. Con una autonomía de 60 km/h, sirvió de base para el Itaipú E400 y marcó el pionerismo brasileño en la electrificación de vehículos.Hoy en día, el mercado brasileño cuenta con diversos tipos de vehículos electrificados: híbridos leves (Mild Hybrid), híbridos completos (Full Hybrid), híbridos plug-in (PHEV), eléctricos puros (BEV) y vehículos de pila de combustible ( FCEV), cada uno con autonomía, costos y tecnologías distintas. Entre 2020 y 2023, la flota eléctrica e híbrida se triplicó, según NeoCharge, pero todavía representa una pequeña parte frente a otros países, limitada por costos elevados, falta de incentivos y dependencia de las importaciones.

Las motos eléctricas ganan espacio al ofrecer menor costo diario, operación silenciosa y exención o reducción de impuesto sobre vehículos automotores (IPVA). Marcas como Voltz, Super Soco, GWS y Shineray lideran el mercado, mientras que fabricantes tradicionales, como Honda y Kawasaki, anuncian planes de electrificación. El segmento de bicicletas eléctricas también crece rápidamente: en 2024, circulaban 284 mil unidades en el país, contra 7.600 en 2016, apunta el análisis de Aliança Bike.
Movilidad verde en Brasil
La electrificación de la flota brasileña – incluyendo ómnibus, vehículos comerciales, motos y bicicletas – tiene un gran potencial para reducir las emisiones de gases de efecto estufa, mejorar la calidad del aire, disminuir la polución sonora y generar impactos económicos y sociales positivos. Para hacer posible esa transición, se recomiendan acciones como gestión eficiente de datos operacionales, la implantación de una infraestructura de recarga compatible y la coordinación de las compras públicas entre la Unión, los estados y los municipios, generando escala y estimulando la industria nacional.
El PL nº 3.278/2021 prevee el Fondo Nacional de Transporte Público, destinado a financiar la electrificación, el costo de los servicios gratuitos, los peajes urbanos, estacionamientos y los recursos provenientes de multas. Estudios estratégicos, como REFROTA y Novo PAC, definen prioridades de inversiones para políticas públicas.
El transporte urbano es responsable desde el 40% al 60% de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEE) en el país, según el estudio de Coalition for Urban Transitions. De acuerdo con el informe de la Plataforma Nacional de Mobilidade Elétrica (PNME), em parceria com a Addax Consulting (Plataforma Nacional de Movilidad Eléctrica (PNME), en coordinación con Addax Consulting), alcanzar el 64% de ómnibus eléctricos en la flota nacional exigiría una inversión de R$ 43,5 billones, contribuiría a las metas del Acuerdo de París y para el plano Zero Carbon Brazil 2060,y podría reducir hasta el 45% de las emisiones de gases de efecto invernadero hasta 2050, generando beneficios sociales estimados entre los R$260 y 290 billones.
Inversionistas internacionales también apoyan la transición, Bloomberg Philanthropies, governo federal e BTG Pactual criaram um fundo (crearon un fondo) de € 80 millones (R$500 millones) para financiar ómnibus eléctricos, con previsión de liberar hasta € 450 (R$ 2,7 billones) en seis años, contemplando 1.700 vehículos e infraestructura de recarga – un aumento del 235% de la flota actual.
Las primeras ciudades beneficiadas serán Rio de Janeiro, Salvador, Curitiba y Belo Horizonte. Michel Bloomberg destaca: “Cuando ciudades, gobiernos y sectores privados trabajan juntos, avanzamos más rápido en la implementación de soluciones climáticas”.
Especialistas entrevistados pela Aliança Bike (especialistas entrevistados por Alianza Bike) reafirman que el suceso de la movilidad eléctrica depende del reciclaje adecuado de las baterías, de una normativa clara – como las normas UN38 y certificaciones del Inmetro – y de una producción nacional accesible, evidenciando la importancia de la integración entre tecnología, políticas públicas y educación del consumidor.
Para los especialistas, la transición energética debe caminar lado a lado con políticas públicas eficientes, incentivos a la producción nacional e integración con modos activos de transporte, consolidando el papel de Brasil en la construcción de una movilidad urbana sustentable y de bajo carbono.



