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Raissa Azeredo / Mídia NINJA

Por Izabella Mota, para a Cobertura Colaborativa NINJA na COP26

Los saberes y modos de vida tradicionales de los pueblos originarios nos revelan cómo tener una relación armoniosa con la tierra. Conocidos como guardianes de la selva, luchan a diario por el ambiente en el que viven y también por sus vidas, ya que sus territorios son blanco de la codicia de los invasores por la riqueza de recursos naturales y, por eso, están constantemente amenazados.

En otras palabras, para proteger la naturaleza, todavía tienen que resistir. Un informe de la ONU para la FAO, divulgado recientemente demuestra que las tasas de deforestación en tierras indígenas (TI) de la Amazonia boliviana, brasileña y colombiana son entre un 50% y un 67% inferiores a las de otras zonas no indígenas.

Los territorios con títulos legales reconocidos han evitado considerablemente las emisiones de CO2: sería como sacar de circulación entre 9 y 12,6 millones de vehículos durante un año. Para hacerse una idea, los datos del Informe de Emisiones de Vehículos de la Compañía de Medio Ambiente del Estado de São Paulo (Cetesb), indican que la región metropolitana de São Paulo tiene aproximadamente 7 millones de vehículos.

Agenda anti-indígena

Muchos pueblos brasileños estarán representados en la COP-26. Llevarán al mundo un grito de auxilio, denunciando el ecocidio y el genocidio urdido por el gobierno de Bolsonaro que en todo momento insiste en defender proyectos destinados a explotar sus tierras para favorecer al sector del agronegocio.

La amenaza a los territorios ya consolidados y la ausencia de una política de demarcación también es un problema. Desde la toma de poder de Bolsonaro, no ha habido ni siquiera una demarcación. También ha habido dificultades para renovar las tierras ocupadas por los pueblos aislados.

Armonía

Más allá de los métodos agrícolas, el modo de vida sostenible de los pueblos indígenas está dado por la cosmovisión que incluye a la naturaleza no como un objeto a explotar, sino a la naturaleza como sujeto. Kaká Werá Jecupé, escritor y ambientalista indígena del pueblo Tapuia, comenta en su libro «La tierra de los mil pueblos», que los pueblos indígenas son mucho más que grupos étnicos: (…) «son la memoria viva del tiempo en que el ser caminaba con el bosque, los ríos y las estrellas».

Es habitual que los recursos naturales también sean tratados como parientes. La relación de afecto y la conciencia de dependencia hacen posible la protección de la naturaleza en sus territorios. «Creemos mucho en un ser que existe en bajo tierra y que toda la riqueza que existe allí sirve para equilibrar la naturaleza, así que para nosotres este recurso no se puede manipular, tiene una razón de ser» dice Marco Dunu Mayuruna, del pueblo de São Meireles, en el libro Cercos e Resistências.

No aliarse con la lucha indígena es convalidar el etnocidio, el genocidio y el ecocidio, dando un paso rápido hacia nuestra propia extinción.

@MidiaNinja y @CasaNinjaAmazonia tienen una cobertura especial de la COP26. ¡Seguí la etiqueta #ninjanacop en las redes!

Traducción Urgas