Eólicas y centros de datos: comunidades alertan sobre los impactos de la “economía verde”
Mientras la COP30 patina en el programa de transición justa, el avance de las eólicas y de los centros de datos agrava los conflictos y amenaza modos de vida
Mauro Utida, de la Cobertura Colaborativa NINJA en la COP30
Mientras en la COP30 la consolidación del programa de Transición Justa avanza con lentitud en las mesas de negociación de la Blue Zone —zona oficial de negociaciones entre líderes de los países—, fuera de ella el debate permanece acalorado en los espacios ocupados por comunidades directamente afectadas por proyectos vinculados a la llamada “economía verde”, que abarca desde parques eólicos hasta instalaciones de centros de datos.
De esta manera, el viernes (14), durante la mesa “¿Transacción o transición energética?”, integrada a la Cúpula de los Pueblos, en la que las discusiones abordaron desde los impactos de la transición energética sobre comunidades tradicionales hasta el avance de la desinformación climática impulsada por sectores de la extrema derecha.
Participaron representantes de organizaciones socioambientales y líderes de distintos territorios del país, como Ana Julia Bernardi (Instituto Democracia en Xeque); Celeste Maria (Movimiento de Pescadores y Pescadoras Artesanales – MPP/PI); Flávia Anacé (pueblo Anacé, Ceará); y Rhavena Madeira (Instituto Hija del Sol). Para los presentes, los proyectos asociados a la transición energética transforman modos de vida sin consulta previa a las poblaciones afectadas.
Otra participante del encuentro, Andrea Camurça, coordinadora del Instituto Terramar, al referirse a casos de comunidades impactadas por grandes proyectos, lamentó las iniciativas afirmando que “el lugar donde florece la vida está siendo transformado en producción de muerte”.
Las organizaciones representadas en el debate firman, junto con otras instituciones, la “Carta Política de los Pueblos y Poblaciones del Nordeste para la Cúpula de los Pueblos”, que reúne las demandas de los movimientos sociales para la COP30, exigiendo justicia climática y social desde la perspectiva del Nordeste. Entre las principales reivindicaciones se encuentran: el fin de las “zonas de sacrificio” justificadas en nombre de la energía renovable; la responsabilización de las corporaciones; la protección de los territorios; la demarcación de tierras; la reforma agraria; el fortalecimiento de la agroecología; y el combate al racismo ambiental y a la violencia de género.
La carta enfatiza que las organizaciones no se oponen a las energías renovables ni a la transición energética en sí misma, como destaca uno de sus fragmentos:
“Pero somos contrarios a este modelo de expropiación capitalista que se impone hoy. Luchamos por una transición justa, popular y descentralizada, respetando y garantizando los derechos de los pueblos mediante la Consulta Previa, Libre e Informada, conforme a la Convención 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT). Luchamos por verdaderas soluciones que incluyen banderas históricas de los movimientos sociales y de los derechos humanos, como la reforma agraria, la reforma urbana y los derechos territoriales y ambientales que ayudamos a construir y que sufren ataques diarios”.
La pescadora tradicional Celeste Maria, de Piauí, presentó un diagnóstico sobre los efectos de la instalación de parques eólicos marítimos en la región del Delta del Parnaíba. En el caso de las eólicas marinas, estas producen contaminación sonora, descenso del manto freático y problemas de salud mental para las poblaciones afectadas.
“La contradicción central de la transición energética es que está orientada a abastecer una industria verde que sigue reproduciendo modelos capitalistas de desigualdad en las regiones impactadas”, destacó Celeste.
¿Transacción o transición energética?
Mientras en la UFPA se debatía el tema “¿Transacción o transición energética?”, simultáneamente en la Blue Zone se llevaban a cabo negociaciones sobre cómo la energía, la industria y las finanzas pueden impulsar la transformación global hacia un futuro sostenible y equitativo. En estas negociaciones, hubo mínima participación de representantes de comunidades afectadas, lo que generó protestas por mayor inclusión.En el marco de la transición justa, la COP30 registró un avance importante el día 3, con el debate entre el grupo G77 + China —uno de los mayores bloques de la COP— sobre la creación del Programa de Trabajo de Transición Justa (JTWP, por sus siglas en inglés). El mecanismo, cuyo objetivo es coordinar el apoyo internacional a economías en desarrollo, recibió incluso el premio positivo del día, el “Ray of the Day” (Rayo del Día). No obstante, el Reino Unido bloqueó el avance de la discusión y recibió el antipremio “Fósil del Día”, una iniciativa paralela de la Climate Action Network (CAN).



